El Da Vinci del siglo XXI

“Al igual que en la pintura, puedo hacer todo posible”, escribió Leonardo da Vinci en una carta de postulación laboral.

A 570 años de su nacimiento de Leonardo Da Vinci quise hacer un homenaje con este texto basado en distintas fuentes de información, en el cual, mi intención es hacer una comparativa del Leonardo Da Vinci del Renacimiento y con el  ser humano del siglo XXI.

Nació el 15 de abril de 1452 y falleció el 2 de mayo de 1519. Fue precursor y genio de varias disciplinas como anatomía, pintura, dibujo, urbanismo, escritura, escultura, matemáticas, invención, música, poesía, ingeniería, ciencia entre otras. Los teólogos habían fusionado el conocimiento de Aristóteles con el cristianismo durante muchos año, del cual, Da Vinci rompió varias de estas tradiciones.

Método científico

No tuvo academia para aprender todo el conocimiento adquirido, su método muy apegado al método científico fue la observación. Basó la ciencia en observar y discernir patrones que después “falseó”, validando a través de la experimentación. Si lo adaptamos al siglo XXI era un gran prototipador, probaba una y otra vez.

¿Qué tan seguido el hombre contemporáneo observa? Vemos pero no observamos. La especialización ha llevado al ser humano a dejar de conectar con aspectos cotidianos que pueden ser detonadores de la invención.

Leonardo observaba detalles y se decantaba por la naturaleza. El Da Vinci del siglo XXI puede estar la persona observadora, capaz de reflexionar a través del pensamiento crítico.

Commonplace book

Jamás publicó sus investigaciones. Todo lo hacia en anotaciones, lo que hoy podría decir que era un tipo sexo de conocimientos. Hoy podemos encontrar en el concepto de “commonplace book” que es tipo de “libreta común” donde se realizan anotaciones de reflexiones y pensamientos. Estos commonplace book los utilizaron personajes como Isaac Newton o Virginia Wolf.

Los commonplace book se usaron en demasía desde el renacimiento hasta el siglo XIX, en los cuales se anotan notas, dibujos, metáforas, versos, máximas, citas, cartas, poemas, fórmulas, oraciones, hasta recetas. 

La relevancia que tienen en el aprendizaje de éstos es similar a los mapas mentales, no tiene orden ni secuencia, de alguna forma todo se conecta. En la actualidad en usar este tipo de herramientas ayuda a los niños a potenciar su capacidad de ingenio.

Sinéctica

Leonardo fue multipotencial, es decir, estudiaba y conectaba varios elementos que posiblemente no tenían lógica relacional, por ejemplo, fue el primero en describir al corazón como un músculo y como el centro del sistema sanguíneo, imaginando las venas como los ríos y el corazón como el arroyo, mientras más cerca están del corazón más visibles y prominentes. Para da Vinci, no existía separación entre el arte y la ciencia y sus amplias habilidades le permitieron crear nuevas ideas mecánicas para luego dibujarlas.

La creatividad y la innovación nace de la sintética, es decir, de la conexión de elementos extraños que provienen de una alta imaginación y fantasía. Aún parece increíble en la actualidad que desde edad temprana se juzgue este tipo de pensamiento que puede resultar provocador y poco realista, pero recordemos que la innovación en sus primeras ideas no tiene pies y cabezas. Mientras más posibilidades de conexión entre elementos serás fácil la resolución de problemas complejos.

Construir es pensar

Para Leonardo “dibujar es pensar”.  A través de sus dibujos, estudió la manera de que el “ímpetu” mantuviese un curso de movimiento rítmico y constante. El “ímpetu” es concepto Da Vinci que afirmaba que todo cuerpo, cuando es movido, continuaría su curso mientras se mantenga la fuerza del impulso.

El biógrafo Isaacson afirmó que Da Vinci se adelantó 200 años a los descubrimientos de Newton sobre el movimiento, por ello, las máquinas fueron para Leonardo una forma de preguntar sobre una de sus grandes fascinaciones: los engranajes, los taques, la catapulta entro otros, he aquí de la imaginación de las hélices como el helicóptero.

Pero, ¿por qué construir es pensar? Una de las máximas del lego®, es que las manos y el pensamiento deben ir al mismo ritmo. Experimentar construyendo permite que la fluidez en la cognición tenga una velocidad mayor a solamente pensar y después ejecutar. En la actualizad tiene una gran relevancia en el desarrollo de ideas y prototipos, así como la comunicación, la estrategia y la creatividad.

El da Vinci del siglo XXI debe darse la oportunidad de usar modelos invertidos como el ejecutar y luego pensar, reflexionar y volver a reinventarse.

Podría decir que la gran oportunidad del ser humano que nos ha dejado Leonardo como aprendizaje es la autoformación de la conciencia con criterios, experimentos y soluciones propias, que es la base de la transformación para un mundo más resiliente y creativo.

Por cierto, ¿Sabías qué?

• Algunos fragmentos de da Vinci están escritos de derecha a izquierda, de modo que hay que leerlos con un espejo.

• Tiene poca obra pictórica. Las pinturas generalmente atribuidas a Leonardo son menos de 20, mientras que sus cuadernos contienen más de 7.000 páginas.

• Solo estudió aritmética comercial. Nunca asistió a la universidad y a veces se refería a sí mismo como un “hombre iletrado”.

• Fue rival de Miguel Ángel, aunque éste tenía 23 años menos.

• Leonardo diseño la ciudad ideal de Milan, que partir de la peste bubónica pretendía relocalizar a toda la población en diez nuevas ciudades diseñadas y construidas de cero.

• No hay evidencia de que ninguna de las invenciones del artista fuesen construidas, ni sus escritos publicados mientras estuvo vivo.

• Entre 1507 y 1513 da Vinci diseccionó más de 30 cadáveres, mayor número que sus pinturas que se le atribuyen.

• Fue acusado de sodomía las 24 años. Nunca se comprobó y desestimaron los cargos.

¡Increíble!