Para conocer como se evalúa la creatividad, es necesario segmentar las habilidades, ya que la creatividad no se puede medir como un todo. Los seres humanos tenemos distintas capacidades y habilidades para hacer tareas, algunas las tenemos más desarrolladas, otras las tenemos que potencializar. Como había mencionado en un poste anterior, Guilford estudio el pensamiento divergente y su aporte de este autor, está en la descripción de las habilidades asociadas a cada estilo. A partir de diversos estudios, propone un listado de habilidades que se encuentran presentes en las personas creativas. Estas habilidades son:
Fluidez. Es la característica de la creatividad o la facilidad para generar un número elevado de ideas. Según Guilford, existen distintos tipos de fluidez: fluidez ideacional (producción cuantitativa de ideas), fluidez de asociación (referida al establecimiento de relaciones) y fluidez de expresión (facilidad en la construcción de frases). Ejemplo: a un niño se le entregan cierta cantidad de legos, con los cuales él deberá ser capaz de construir una serie de figuras. Si al finalizar la tarea el niño logró formar varias figuras, se puede afirmar que posee esta habilidad.
Originalidad. Es la aptitud o disposición para producir de forma poco usual respuestas raras, remotas, ingeniosas o novedosas. Las observaciones empíricas identifican esta cualidad como esencial a todos los productos que han tenido origen en procesos creativos. Ejemplo: dar a los alumnos una cantidad variada de materiales para que diseñen una ropa de extraterrestre.
Flexibilidad. Involucra una transformación, un cambio, un replanteamiento o una reinterpretación. La flexibilidad puede ser de dos tipos: espontánea –sí el sujeto es capaz de variar la clase de respuesta que produce –y de adaptación– cuando el sujeto realiza ciertos cambios: de estrategia de solución de planteamiento para tener éxito. Ejemplo: después de leer una historia los alumnos deben ser capaces de cambiar el final.
Elaboración. Es el nivel de detalle, desarrollo o complejidad de las ideas creativas. Implica la exigencia de completar detalladamente su realización. Es la aptitud del sujeto para desarrollar, ampliar o embellecer las ideas. Ejemplo: se les pide a los alumnos que pongan más detalles a un pronóstico del clima de la TV para hacerlo interesante.
Sensibilidad a los problemas. La sensibilidad denota la capacidad que poseen las personas creativas para descubrir diferencias, dificultades, fallos o imperfecciones, dándose cuenta de lo que debe hacerse. Ejemplo: se les presentan a los niños dos imágenes similares y se les pide que encuentre las diferencias. Si el niño es capaz de encontrar todas las diferencias en un determinado tiempo, esto quiere decir que el niño posee sensibilidad a los problemas.
Se podría añadir otra que es la capacidad de redefinición que es la capacidad para reestructurar percepciones, conceptos o cosas. La persona creadora tiene la habilidad para transformar algo en otra cosa. Ejemplo: se le presentan al niño 10 circunferencias, éste debe ser capaz de transformarlas en otros objetos, como una pelota, un sol, un reloj, etc.
En relación a la propuesta teórica de medición de Guilford hay opiniones diversas entre los especialistas de la creatividad. La mayoría de ellos consideran que Guilford es un indiscutible impulsor de las aptitudes y no niegan que después de cincuenta años, los aportes de Guilford en relación a la evaluación de la creatividad siguen siendo productivos, pues no hay ningún sistema de medición que no tome en cuenta sus grandes aportes.
Así que cuando querramos evaluar un proyecto creativo es necesario observar cada una de estas características y decidir que estamos evaluando.
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